En la Colonia de Monte Algaida, Eduardo Sosa, alias “El Máquina”, agricultor, transformador y comercializador de hortalizas de Sanlúcar. A sus 44 años, ya tiene 30 de experiencia. El mote le viene de su abuelo, agricultor que dio origen al nombre. Su padre, también El Máquina, comenzó con la venta ambulante en Trebujena. Y Eduardo, con apenas 10 – 11 años, acompañaba a su padre a la subasta de los domingos. Con 14 años de edad, cuando vio que el Bachillerato no era lo suyo, comenzó a trabajar con su padre en las tareas del campo y en la comercialización. Desde entonces, no ha parado de crecer. Hoy en día, es socio y Administrador de la empresa “El Máquina e Hijo SL”, vende unos 20 millones de kilos entre patatas, nabos, tomates, pimientos, calabacines, puerros, boniatos, zanahorias, etc., facturando unos 12 millones de euros, aproximadamente. He quedado realmente impresionado del trabajo de este hombre, que derrocha simpatía y generosidad y que parece muy buena gente.

Tiene unas 8 hectáreas en propiedad dedicadas a la agricultura y trabaja con otros 20 agricultores de la zona (aparte de los muchos más que están a la espera de trabajar con él) que le suministran la materia prima. Entre el campo, el almacén y la oficina, genera unos 120 empleos en distintas épocas del año.

Una vez que empezó a trabajar con su padre, se dedicó a comprar en las subastas como corredor. En 2010 crearon su padre y él la SL. Y a partir de la jubilación de su padre, el 31 de diciembre de 2020, se están realizando los trámites para quedarse como único propietario de la empresa. Gracias a numerosas horas de trabajo, sin descanso, durante muchos años, y a su buen hacer, consiguen no solo vender en el mercado español sino también en el francés, holandés, británico o italiano, entre otros, sus hortalizas.